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Dulce navidad
01:31
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Se acerca el precipicio del año,
el nicho final sin consumidor perfecto,
y nos deslumbran la noche
hileras de luces con banderas primitivas.
Navidad, navidad, dulce navidad.
El cielo recibe su salivazo de lúmenes
mientras una ciudad de simios drogados por las compras
se da de hostias con paquetes envueltos para regalo.
Navidad, navidad, dulce navidad.
Haciéndose harina para amasar fortunas ajenas,
se transmiten virus al esputarse mutuamente insultos
cuando nace el niño dios.
Navidad, navidad, dulce navidad.
Esta sensación recurrente de abismo en espiral,
este desencanto que vierte ya furia,
esta nada tras nada tras nada en cada baldosa
de cada calle cosida a neones y su destello de pus.
Navidad, navidad, dulce navidad.
Este final de año que huele a final del mundo,
esta agotada certeza de haber perdido todas las oportunidades,
este camino forjado en el mercadeo de la desesperanza.
Navidad, navidad, dulce navidad.
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2. |
Carne roja
01:14
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Aunque he olvidado cómo hacer raíces cuadradas
todavía sé que dos más dos casi nunca son cuatro:
si las matemáticas funcionaran los hijos de puta
colgarían por docenas.
Mis genes gritan contra mis decisiones.
Quiero carne roja y mi carne se desespera
produciendo residuos sin sustancia.
Mucho tiempo ignorando mis vísceras.
Vivir siempre como obstáculo del propio cuerpo
porque este es un planeta doliente
y la culpa no se va tras ninguna ducha,
y pueden pasar los años pero el dolor vuelve siempre.
No pienso enderezar más lineas por un mundo torcido.
Me operaron de un tumor en la cara y no me resultó nada caro…
pero a quien le sopla el viento a favor pierde la memoria
(y elige olvidar el grito) de quien cae al desplegar las velas.
Nadie lo dice a las claras pero todos anhelan la purga,
pensando que serán quienes disparen y aúllen
y no quienes revienten en las sombras suplicando.
Necesito otro cráneo donde aquellos hombres grises
callen para siempre.
Necesito otro planeta con más horas y menos muertes,
este se me queda pequeño en su miseria y su viaje roto.
Podría comerme el mundo, pero otra cosa bien diferente
es saber digerirlo y no vomitarlo.
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3. |
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Si al oligarca le interesa la eutanasia
ten por seguro que ya ha calculado
cuántos viejos le sobran
y qué jubilaciones podrá recortar.
Una hamburguesa cubierta de oro
no se paga sola.
Los bolsos en los que caben las vidas
de tres familias no se pagan solos.
No se paga solo este estallido constante
y pulsando bajo nuestros lechos.
Girar la esquina es imposible en la cuadratura del círculo.
Cambiar de rumbo es imposible al plegar nuestro tiempo y nuestro espacio
Justificar la prostitución
porque “hay que hacer algo mientras”,
aplanando el camino para el martillo cruel;
justificar el abuso salvaje y poder comprar así,
a la larga y con lógica de progresista hipócrita
tus zapatillas suturadas en pieles infantiles.
Nos llevan la delantera en todo
porque conducen todos los trenes,
y cualquier carro al que suba el arribista
es parte del monopolio uberizado del transporte.
Girar la esquina es imposible en la cuadratura del círculo.
Cambiar de rumbo es imposible al plegar nuestro tiempo y nuestro espacio
Si la meritocracia fuera sólida y no un suspiro
no te merecerías tanto dolor de espalda e insomnio.
Si al oligarca le interesa algo
es porque ha comprado su bandera
y le ha creado un nicho en el mercado.
Girar la esquina es imposible en la cuadratura del círculo.
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4. |
Stalag
01:39
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No hay mayor tiempo muerto que el del trabajo asalariado.
No necesito una pandemia para perder toda la fe.
En la nomenclatura de la mercancía y su crimen histórico
todos los apellidos de las madres son primero los de un padre.
La normalidad democrática se encarna en policías puestos de coca
desahuciando familias como el viento esparce vilanos.
Tenían miedo de una revolución y os dieron el punk para abortarla.
La izquierda es un fantasma que ya no recorre ni la plaza del pueblo.
La izquierda de nuestros días cree que un calvo con barba y polla
que folla con mujeres es el sujeto del feminismo;
cree que abrirse de piernas te empodera en la miseria
y no que el empresario siempre y sólo medra por el robo.
Todo este escenario tan grotesco es una gran patada al hígado
aunque el alcohol te parezca absurdo y malvado como un borbón endogámico.
A fin de cuentas, si no se baila puede que sí sea una revolución,
pero si se baila es sólo una discoteca bastarda donde los cuerpos se anulan.
Por todo ello paso años oscilando entre el asco y el amor a la lectura,
entre la adicción a los libros y su abandono por absurdos.
Paso con paso torpe las agendas y en ellas me descompongo
coleccionando patadas y giros eternos hacia el vapor sin rumbo.
El ojo de la tormenta está tuerto e infectado,
su calma es una esquirla de metralla ardiendo en nuestra carne.
La guerra continúa y la quinta columna definitivamente aspira
a ser cuadro medio en el stalag del cruel fracaso global.
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5. |
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Podría escribir y gritar líneas con las que muchos os sintierais
identificados, porque no estaría diciendo nada a fin de cuentas.
Hincharme a hablar de drogas y sexo de armario mediante metáforas
que os hicieran sentir inteligentes y por encima de la media,
hablar de gente que me ha follado por diversos rincones del mundo,
hablar de estar perdido en una inercia confusa cada fin de semana
deambular empapado de nostalgia por lugares que nunca conocimos,
podría ofreceros un mejunje de emociones baratas que parecen de lujo,
pero no me gusta llenarme las manos de mierda aunque me alimente.
Porque no lo dudéis ni un instante, vivís vidas de mierda en las que depositáis
en los más altos pedestales los momentos en que estáis más alienados,
porque en esos clímax de decadencia que os parecen oro puro y atesoráis para el recuerdo,
sólo dejáis clara constancia de la poca distancia entre el barro, la hez y vuestro cuerpo
atravesando sin voluntad días en parábolas diseñadas en despachos.
Control ce, control uve sin pestaña de historial.
Si al menos los niñatos subnormales hicieran sus mierdas con guitarras
y no cortando y pegando fragmentos de trabajo ajeno podría empezar a respetarlos.
Pero no, las larvas de las redes fugaces y lo inmediato viven en un mundo
donde la ira de hoy es polvo olvidado en veinticuatro horas.
Consecuencia de no imponer el carnet de padre a las larvas de la burbuja
y su exceso de ansia y ansiedad por querer llegar al paraíso aislados en sus casas.
Lo que en Moscú se considera comida para vagabundos
la agenda del libre mercado se lo cobra a precio de oro
a hordas de hipsters enfilados con prisa en la cola de la tienda de Apple.
Gente que viaja con furia y argumentos académicos para olvidar que sólo
vegetan en todas partes y sólo consumen recursos cual ganado estabulado,
Los tiempos en que los hombres eran bestias nunca se fueron,
sólo esperan un descuido, con sonrisa triste y racional.
La belleza eventual de una explosión no impide su crueldad
y sólo constata lo cíclico y genético de nuestro fracaso.
Control ce, control uve sin pestaña de historial.
En la gran ciudad sólo se permiten sueños minúsculos y sin filo,
sueños necesitados de lupa donde, sin embargo, infláis la pompa
de vuestras fantasías que pensáis románticas, bohemias y fuera de radar,
aunque al final todo se resuma en manchas culpables sobre sábanas ajenas.
“Tú y yo contra toda la ciudad”, eso queréis escuchar, elogios al individuo,
a la diferencia excluyente, a la diversidad de los nichos de mercado.
“Tú y yo contra toda esta ciudad”,y compráis cualquier moto cascada,
pero olvidáis que esta y todas son ciudades construidas sobre cantidades
ingentes de túes y yoes, todos con fecha de caducidad y plazo de entrega,
todos tan brillantes y singulares hasta que os llega la obsolescencia programada.
Habéis caído como moscas y a diversificar el mercado lo llamáis progreso,
a crear enfermedades crónicas y adictos de por vida lo llamáis respeto.
Control ce, control uve sin ventana de historial.
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David San Martín Madrid, Spain
Pongo bases a cosas que escribo y que a lo mejor son poesías. Lo hago a toda leche y sin cuidado, porque mi poesía (?) es
punk.
Le robo ideas a Natalia y su mala uva.
Tiro de soundtrap y looplabs.
En mi ansia por pasar a otra cosa no corrijo lo suficiente.
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