Get all 17 David San Martín releases available on Bandcamp.
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1. |
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a veces odio el sol de invierno por sus golpes de lupa
que nos desprecian como a insectos
a veces vuelven las avefrías bordando el cielo
de puntos blancos su vuelo blando
sin balance pero con rumbo
y yo siento que todo se repite
que el vestido del mundo siempre es el mismo
los milanos enhebran con su hilo
de virgulillas desperdigadas
el algodón triste de las nubes
algodón que ni para ropa sirve
algodón gris
ya ni siquiera dulce
hay un hambre dolorosa en los caminos
hay un pequeño apocalipsis de plomo azul
sobre Madrid
cómo quieres que disfrute y me bañe la luz
si se escuchan los disparos sobre las retamas
hay una batalla de verticales en los eriales
tropas de postes metálicos que indican gasoductos
aniquilan la resistencia de los olmos que plantamos
buscando puntos clave del territorio
rastreando venas donde germinar semillas
con la estrategia de quien debe anticiparse
a lo impredecible del virus
caminar a ciegas por caminos rotos sin temor a la caída
en mis manos los versos exactos
la brújula en mis manos
necesaria
para atrapar el valor y vestirlo de poesía
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2. |
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Nuestra rebeldía desborda los límites del mundo:
esperamos una vivienda, un futuro, una lluvia
en su momento correcto.
En el ruido y la furia monetizados
no hay rebeldía, sólo el grito absurdo
del esclavo satisfecho, aullido
en redes que no atrapan nada,
que solo queman nuestras vidas.
Facebook como arqueología y eco del hecho.
La memoria, necesitando constante adblocker.
Tripofobia inevitable
cuando nos han convertido en agujeros.
Habéis conseguido hacer del mero respirar limpio
un acto a contracorriente,
pues os empeñáis en joderos la salud;
acudo al exilio y la distancia como respuesta,
como ruptura.
Siempre estoy al borde del abandono por absurdo.
A veces ignoro vuestras zancadillas y empujones
al filo del acantilado sin cierre;
otras, me carcajeo ante su miseria intrínseca
y salto por voluntad propia:
a fin de cuentas, siempre será mejor la nada
que el disparo, el salivazo, el adiós.
Supongo que es necesario olvidar las palabras
de quienes quieren que olvidemos las palabras,
y de quienes les hacen una corte de espejos.
De quienes quisieron actualizarse y lo perdieron
todo en el proceso, pues
todo era una gran estafa, un caballo de troya.
Sólo resta llorar.
Sangrar como manera de purgar el veneno.
Y en ello estoy,
estoy a punto de llorar con esta música.
Luego recuerdo que me hallo escuchando
la creación aleatoria de un algoritmo:
me rompo así en lágrimas, definitivamente,
por culpa de una máquina
que ni sabe que existo.
Abandono el plural mayestático
pues detesto la hipocresía
de quien se esconde en la masa,
de quien se pretende universal,
símbolo, resumen, espejo;
de quien, cobarde, busca complicidad
incómodo en su desnudez,
necesitando un nosotros.
Tengo que reconoceros, no obstante,
que parir un hijo es una excusa perfecta
para vestir de oro esa cobardía de acaparador
que aspira a la inmortalidad.
Una buena venda de ilusionista que intenta su truco.
Así, donde voy no hago lo que veo,
porque veo cuchillos rasgando los gritos o
porque no veo nada, cegado de nadas,
ahito de brillos sin materia.
No hacer lo que vieres y así ganarte el exilio.
Me sigue fascinando que os detengáis en cada línea
cuando el mundo es un ovillo de caos
alambrado de espinas
y el amanecer un arañarse los iris
al comprobar que seguimos en la casilla de salida.
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3. |
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Para no romperme
pienso el mundo como un grano de arena
de los que vaciamos en las botas,
un cúmulo de pequeñas nada de pelusa
al fondo de los bolsillos,
que sólo crea ilusiones en la punta de los dedos,
fantasma de algo intangible.
El planeta como la cosa más nimia
y prescindible del universo.
Cuanto más pequeño, menos recuerdo
el tamaño de las hostias que recibe,
menos recuerdo que la maldad es algo acaparado
con ansia en manos humanas,
y que sólo existe la tristeza sin salida,
porque escucho a los vecinos
muriendo y matando tras los tabiques.
El ábaco de la historia está estropeado,
desconchadas sus cuentas.
El sufrimiento no se acumula de generación en generación.
El sufrimiento no compra porvenires,
sólo genera el banquete obsceno de unos pocos
y agita el mar de arterias rotas de los muchos.
No veo diferencia entre la mirada
de la oveja bajo la cuchilla
y la del alienado que se maravilla
del sable cruel que corta las nubes,
la afilada torre del jeque,
alfil de diamante con sangre en sus raíces.
Oscilamos en nuestro ser invadiendo las sombras
de la víctima voluntaria o el asesino discreto.
Ante la mínima duda el hombre
siempre se abalanza en abrazo
sobre su forma de bestia, pues todo es más fácil
cuando fluye la sangre ajena,
todo es más fácil cuando resumimos el mundo
en una suma infantil y total.
Y pretendemos volar
aunque sea un techo lo que nuestros ojos ven
al despertar con insistencia cada mañana.
Vivimos en un mundo en el que lo normal
se considera extraordinario, y lo cruel,
la normalidad.
No negaré que todo nuestro edificio es polvo
y ceniza en espera;
no negaré que esa espera alimenta la clepsidra
que gota a gota de sangre borra
todas nuestras bocas.
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4. |
La tenia de una tenia
01:22
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Tenemos los estándares tan bajos
que la normalidad nos parece extraordinaria.
En la oscuridad de los transbordos del metro
recorremos sueños sin saber
si perseguimos preguntas o huimos de ellas.
La memoria de WhatsApp está llena de fantasmas.
El tintinear de las monedas recuerda
al balbuceo lloroso de un niño.
Somos una catarata transitoria
pero milenaria,
somos su arcoíris
-condenado a desaparecer en la caída-
lanzando su desafío de cristal y fe en el futuro.
Es inevitable sentirnos como la tenia de una tenia
viajando bajo la tierra en vagones atestados
dispuestos a perder la voz en el trabajo asalariado.
En la tierra del depredador la igualdad
siempre será una dictadura.
Hay ahora un millón de criaturas habitando un atasco,
un millón de criaturas recorriendo un ciclo de atascos,
cada día, insistentemente, sin consciencia del esfuerzo,
sin consciencia de un objetivo claro,
con tan sólo la intuición de unas cadenas,
de unas facturas,
con tan sólo la idea vaga de otras mañanas,
otras latitudes sin contacto,
vomitando en el mareo de una inercia
encadenada a otra inercia de tristezas.
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5. |
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Insiste el hombre en compartir su egoísmo,
en alcanzar otros mundos,
seguir extendiendo su infección.
Este afán de colonizar otros planetas,
seguir tropezando en las mismas piedras,
que este ouroboros estúpido y tan doloroso
siga agitándose en su agujero de ciénaga.
Cuando los vertederos se extiendan
por las planicies de Marte
supongo que todavía habrá alguien
que aguante el llanto, que siga
plantando árboles sin futuro.
El hombre escapando en bombillas de aluminio
por todo el sistema solar,
sus líneas de bisturí malvado tajando la galaxia
como remedo del viaje más corto;
no me resulta imposible imaginar un baño de sangre
en Venus, por muchos grados que se alcancen
en su superficie.
Cómo no tener cierta simpatía ante la amenaza
de los cometas, si a fin de cuentas no seremos
más que treinta monedas orbitando
en la faltriquera que cuelga de un cinturón de asteroides.
Si aspiramos a hacer de los anillos de Saturno
grilletes para nuestras hijas,
corona de espinas sideral portada
por los nietos de nuestras nietas.
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6. |
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No estoy triste;
vivo triste,
porque veo cosas que pueden ser,
y las cosas que son, las veo,
exactamente eso,
las veo.
Me dirás que eso es la vida,
y por eso sé que vivo triste,
porque, sí, eso es la vida,
por que la vida no puede
aspirar a otra cosa,
porque la alegría son treinta monedas.
No tengo ningún problema en ser
sólo una sombra
así
así se demuestra que todavía
hay luz.
Sigo sin comprender cómo el río
desorientado no desemboca en el cielo
al amanecer que bosteza.
Habito el miedo de cumplir mis sueños
pues así los perdería para siempre.
He sembrado un olmo
bajo el tocón muerto de otro olmo;
espero que las nuevas raíces se reconozcan
en las historias de madera antigua
guardadas bajo tierra.
Aspiro a ser una hipérbole de clorofila,
rentista del sol,
planta suculenta
escondida en las dunas del desierto,
con las púas necesarias
para no temer a la noche,
con las púas de distancia exacta
que mantengan a raya las palabras
y las manos de los hombres.
Ojalá fuera verdad
que el sufrimiento se acumula por defecto,
porque eso significaría que el desborde
es inevitable.
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7. |
Las cosas por su nombre
01:46
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Cada vez que llamo a las cosas por su nombre
siento que estaban perdidas
y asumo que volverán a estarlo.
Buscar lo poético en un cigarrillo supongo
que es posible en un mundo
donde hay odas a la tortura.
¿Cómo puede ser hermoso
algo que es útil en un campo
de concentración?
En cada gota de nuestro sudor
se esconden los océanos más crueles
y en cada aliento de nuestras bocas,
la orden inhumana
que romperá los brazos de un niño
que lanza piedras a un tanque.
Parece mentira
que una serie de minúsculas descargas
eléctricas
pueda hacer que nos desgarremos
las gargantas los unosa los otros;
parece mentira
pero así hemos construido el planeta,
siendo el hombre inferior
al animal
porque puede decidir, y decide
hacer daño.
La poesía
y el disparo de la escopeta de un simio deformado;
las cumbres
de beso maravillado al cielo
y la fosa séptica asomada
en los ojos de sima de quien disfruta matando.
Esperar que todo siga girando sin nosotros.
Vivimos como si no fuéramos conscientes
de esa fina línea entre la bestia contra natura
y el hombre
que bordea cada instante de lo cotidiano.
Y qué es nuestra piel sino el rompeolas
donde la sangre detiene violenta su fuga,
qué son nuestros tejidos sino heridas,
qué nuestro corazón
sino el búnker más cercano…
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8. |
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voy caminando por la acera
como de lado
leyendo poesía
de mi mochila embarrada asoman
porque en este planeta incluso
una semilla necesita murallas
los protectores
las redes y cañas
prestas a guardar los olmos
que plantaré en estas tres horas libres
que tengo
que soy
plantones en tetrabrick
a los que me agarro con hierro
moviendo los labios
leyendo poesía
paseo por la acera
el día a cero grados
el operario de un recogeguindas
haciendo tiempo en un cigarro
escuchando música chatarra
ventanas abiertas
escupiendo decibelios
su basura por toda la calle
el humo lo consume por dentro
y escapa al aire
vaho maligno en lo gélido
y envenena mi pecho
el operario
me mira con desaprobación
vive al revés
yo no estoy haciendo nada
yo soy un vago
él es un digno trabajador
levanta el país
con su contrato temporal
a modo de pedestal sobre el parado
su pulserita de la bandera del rey
su teléfono disparando
publicidad absurda de YouTube
toda la calle es una trinchera
una fría mañana de enero
en la periferia escarchada
de un tiempo
vendido
al libre mercado
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9. |
Descansar los lunes
00:49
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madrid está custodiada por titanes de metal
que componen cremalleras
para el territorio despedazado
la nieve de sus montañas es oscura en la noche
se ve amarilla en la distancia
es marrón sobre las autovías
en el otoño de las escombreras
unos matan por diversión las criaturas más dulces
otros siembran sin esperanza olmos y coscojas
y la gran mayoría circula circula y circula
y tiñe de barro los cielos de la urbe
prefiero descansar los lunes
cuando no hay cazadores en los campos
ir a la contra del mundo
cuando el mundo se dirige al abismo
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10. |
M-45, M-50
01:01
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La autovía es un discurrir de luciérnagas
pomposas que gritan su nada,
donde serás siempre un estorbo
para el transportista
en su caza del lucro contrarreloj
trasegando mercancías sin sentido.
La electricidad domada, tan triste
fluyendo pesada, resignada en el río
de las radiales cada anochecer,
de vuelta a las jaulas,
liberada también por contrato temporal
del trabajo asalariado
hasta dentro de unas horas.
Una arteria negra y rígida como un cuchillo,
cristal de asfalto marcando el rumbo del veneno.
Carretera, serpiente de fuego
tóxico hierro candente abrasando
el territorio.
Qué compensación podrá haber
para un calendario consumido en atascos.
Bajo cada túnel de autopista en las afueras
descansa un vertedero emboscado.
Y así se construye todo.
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11. |
Según lo dicte Ikea
00:45
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barrios nuevos como burbujas brotando
borboteando de gente que rebosa
poco a poco en sus calles florecen embalajes
rotos con el ansia del fugado
con la ilusión suicida de pensar vidas nuevas
gentes que en realidad llevan tiempo frías
y sin pulso
restos desnudos de armarios suecos
de fácil montaje
como una lúgubre corona de flores
de diseño aséptico
nuevos electrodomésticos
embalsamando nuestros órganos
vecinos taladrando paredes y cráneos
huyendo de sus vidas según lo dicte Ikea
siendo las naves de Ikea lugares pensados
para perderse por completo
olvidar a qué vinimos
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12. |
Hay que irse lejos
01:43
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Cada vez soy más pasota,
sólo me interesan mis caminatas de jubileta.
Ya no follo más por no dar vergüenza ajena.
Me cruzo con gente que pasea a los perros
y sólo saludo a los animales porque creo
definitivamente que son una criatura
mejor que toda esta ciudad incapaz
de entablar conversaciones sin beneficio.
Ya no sé distinguir en este plasma sanguíneo,
en este flujo de venas, quiénes somos
los leucocitos o glóbulos rojos,
las plaquetas,
quiénes son los elementos extraños
cruzando vasos capilares.
El frío y lo gris alejan el riego.
Al mal tiempo, buen silencio.
Al buen tiempo, mala gente.
Hay que irse lejos,
lejos donde el eco no encuentre eco,
lejos donde la sombra siempre sea mínima,
lejos donde los caminos no sean trampas
ni sus siluetas lejanas amenacen
de sangre nuestra orina.
Hay que irse lejos de este aquí
donde la peña exige a sus gobernantes
que solucione la mierda que siembran
sus propios hijos,
mierda que asumen y votan sin falta
cada cuatro años de sarna con gusto.
Lejos de este aquí donde hay una palabra
que nadie escucha,
que nadie dice,
que todos obedecen.
Lejos de este aquí cada vez antes,
cada vez más rápido,
cada vez más urgente sin motivo,
como intentando salvarse
en la feroz carrera de seguir cayendo.
El mundo es un árbol confundido,
con raíces en las estrellas
y una copa de frutos desnudos,
podridos, disparándose
semillas yermas entre sí.
La felicidad es una lejana casa sin vecinos
su escalerita al sol a cuyos rayos
la perrilla con ojillos cerrados
sonríe.
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13. |
Ballena en la playa
01:05
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A lo que llamáis trabajo
el oligarca llama consumo
de materiales fungibles.
Llamáis ganarse el pan
a que el plutócrata os alimente
con lo que caga.
Lo que llamas dignidad es resignación,
te piensas responsable por cargar cadenas.
"El individuo lo es todo"
asegura el eslogan
de quienes amasan su fortuna
empobreciendo individuos en masa.
Nada puede hacer feliz a la chica de la ciudad
por eso ni pienso en acercarme.
Cruzamos sin perdón una época
en la que es necesario calafatear los relojes
para no hundirnos en el mar roto que somos.
Nos dicen que navegamos
pero hace tiempo que nos afanamos
en un pecio olvidado.
Una ballena abraza para siempre la playa,
globo aerostático abatido sobre la costa
donde gritando la gente acude
aterrizando su yugo en vuelos low cost.
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14. |
Quintacolumnistas
01:31
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En las columnas de los diarios burgueses
en la quinta columna de la dizque alternativa
se ponderan imprescindibles de la cultura
entre los mejores conectados.
Cuántos imprescindibles
que no llegan a serlo por falta de oportunidades
o por presencia de escrúpulos.
Dame un trailer para descargar a golpe de riñón
como base de mi pan,
y quédate con los micros abiertos
y la bohemia de colegas y gafas de plasta
para intentar pillar algo,
que yo sólo leo poemas en público
reconfortalecido
cuando me subo a un monte.
De muy pronto supe:
nunca me ganaría la vida con las letras,
pues mi lengua no reaccionaba bien
al sudor de culos y entrepiernas.
No pretendo que nadie se acerque a mis libros
pues apenas tolero los vuestros;
solo me acerco a los que armados
de respeto por el árbol
no inflan su papel con ese aire tóxico del ego;
sólo tengo cerca los de aquellos que alguna vez
gritaron conmigo en un piquete,
se bajaron del carro de los que niegan
el peso inamovible de la materia,
la seguridad orgánica de la carne.
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15. |
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Vale más que la mía
tu palabra de mercenario,
de matón y torturador,
de narcotraficante y proxeneta violador,
de fascista, de vergüenza del sudor digno,
de apestado del barrio;
cómo es posible que tan poca cosa
disfrute de tanto peso.
El único amigo de un perro traidor es otro perro
y su lazo es tan débil como un soborno.
Imagina tener menos valor que la palabra de honor de un perro
que por un sueldo que nunca bajará
abre cabezas y desahucia bebés pero jura protegernos.
Cada vez que detienen a un perro por corrupción
sé que alguien se quedó sin pillar cacho,
perro.
Da igual que te presentes como una necesidad del pueblo,
perro,
porque sólo eres una herramienta de la plutocracia,
perro,
y dentro, como una úlcera que te devora,
perro,
que cada vez te cuesta más ignorar,
dentro lo sabes,
perro.
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16. |
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Nada hay tan cierto como el cielo
donde el mundo se olvidará algún día.
Tiempos en los que el alba se considera
una forma de agresión hacia la noche.
Cuanto más proliferan las posibilidades de elegir
más elegimos todos lo mismo.
El principal motor de la nostalgia
es que las cosas tengan un sentido;
desde la infancia construimos castillos
incluso con la imagen de un yonki
amanecido frío en el parque.
Se disparan besos fácilmente
como fuego de cobertura en las trincheras
en las que el ser humano combate con esperanza
mientras los robots aguardan impacientes
y alguien acumula riqueza en el proceso.
Quién iba a decirnos que lo de la emoción a flor de piel,
que lo de estar en la flor de la vida se refería
a las flores que dejamos descansar en el olvido
con ansia de recuerdo en tumbas y cunetas.
Que los niños persigan gatos,
a pedradas,
hasta matarlos,
me dice todo.
Que los libros se nieguen
a confesarlo
lo confirma; esa sangre
no miente.
“Los barrios”, así, entrecomillados
sin conciencia de clase
son eriales, solares que un banco revaloriza
con la siguiente recalificación.
El desprecio que nos disparas se resume
en que te parecemos cuatro gatos.
Desde cuándo ser cuatro gatos
ha sido razón suficiente para negar la lluvia.
Os ofrecieron un principio;
lo repudiasteis
por querer un final perfecto.
Con esa pereza sin futuro
insistís ahora en ver el mundo
y su camino en el tiempo
con los ojos humanos y nuevos
que sólo un muro antifascista
hacía posible.
Insistis en asumir la barbarie
como si fuera vuestra vecina
cruzando invisible la historia
sin roces
hasta llamar a la puerta.
Como si no hubiera sido
erradicada nunca antes.
La Unión Soviética ya no existe
y cuando vuelva la sangre a vuestra calle,
porque vuelve a dar beneficios,
comprenderéis todo demasiado tarde.
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17. |
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En la madrugada somos una enorme puerta,
una pequeña esclusa,
un tubo por donde evacuar aguas negras,
compuerta, ruta a ningún lado
por donde fluya la sensación de nuestra vida
y no nuestra vida;
el vértigo fugaz,
la fuga.
La noche es enorme,
nosotros un espacio roto
que aspira a romper estrellas.
La existencia de las estrellas
nos anula tras prometer un futuro.
En la mañana de hoy
camino despacio, leo despacio,
dejo que el sol circule lento,
mi hambre no tiene prisa,
ruge fermentando en el estómago,
la primavera se adentra
con parsimonia en este mediodía
donde sin apresurarse brotan los olmos,
donde sin apresurarse caen las bombas.
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18. |
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Cuando todo se siente extraño y perdido
la misma luna pasa
de ventana abierta a cráneo polvoriento,
en nuestro afán yermo por aferrar un instante
con la ilusión muerta de quien pretende
retener un río en una foto.
Caminamos sobre muertos
sus osamentas lo constituyen todo,
todo ocurre por sus huesos.
Las alcantarillas como tuétano.
Todos los puertos de España
están regados con sangre de burro,
sembrados de clavículas de guerrilleros.
El mundo está gobernado por hombres de gris
y sus penes a modo de corbata.
Hombres calzados con cráneos,
hombres con chaleco de costillas infantiles,
hombres atragantando de desierto al mundo.
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19. |
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El día no se va, sólo se duerme;
los días sólo huyen cuando llora un niño.
¿Y si al morir todo lo que vemos
es una playa eterna,
un mar que nunca termina?
Guardo esta tristeza
en mis dedos de páginas vacías,
manos de semillas esparcidas
por cualquier rincón sin porvenir,
sin futuro.
Soy una tuerta virtual.
Una metatuerta.
Las distancias en los mapas
y las distancias en las aceras
nunca representan la distancia
de mis pasos.
Y vuelvo a ser una idiota sin remedio
cuando el olor a hierba cortada
asalta mis lecturas caminando sin culpa
al sol de febrero.
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20. |
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Habitamos la caída
el descenso celerísimo e inadvertido
esperando alcanzar los pináculos del cielo
alcázares en las nubes
Dios impulsa esta historia nuestra
de sangre y hueso
de murallas astilladas y ruido
de niños abiertos como una mariposa
Nos impulsa a esto que somos
el querer vivir para siempre;
furiosos por su imposible
reaccionamos a dentelladas
Somos un costoso fruto de lento cultivo
maduro y presto a ser devorado
por sí mismo
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21. |
Guardo alguna esperanza
01:32
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Madrid en la distancia se ve roja y blanca:
los nuevos rojos, los viejos blancos,
y los monstruos que surgen
entre el nacer de unos y el morir de otros.
Hay disparos y bombas,
oligarcas riendo y animales torturados,
un bosque quemado y un concejal
con dientes en los bolsillos,
normativas y derecho para violar
consentida y legalmente,
y hay un fondo marino asfaltado
de gente muerta.
Un enorme bando de grullas escribe
su confuso poema durante unos minutos
sobre el cielo de los vertederos,
tan altas sus alas
como el cosmonauta de vuelo infantil.
Trazando versos de peonza sin mapa,
su decidida y alegre sinfonía encuentra
por fin el rumbo,
avanza decidida hacia el norte.
Guardo alguna esperanza.
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22. |
Las bombas
01:38
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a veces siento
intuyo
que sólo somos
en tanto nos necesitamos
hasta que caen las bombas
me asusta este temor al invierno
que crece dentro
me asusta no temer en el fondo al frío
la oscuridad o la nieve
me aterra saber
que lo más doloroso de esta estación
sea la gente
dicen que sol sale para todos
y no es cierto
no llegan sus rayos a una celda
ni al cuerpo roto
untado sobre los escombros
que vomitan los misiles
no llega al espacio oscuro
que calza el Mediterráneo
ni alcanza a quien dobla turno
para llegar a final de mes
de noche a noche
hay gente que no comprende
que caigan las bombas
mientras pone música a toda ostia
en su piso de cartón
pensando “al vecino que lo jodan”
decía Gloria Fuertes
que los dedos eran muslos creadores
yo sin embargo muchos días tristes
sólo pienso
que simplemente son balas
a punto de abandonar la rama del brazo
han empezado una guerra
y así nos acostumbramos
a menos que vivir
para ser felices en la supervivencia
los poetas no dicen nada
estos días
y lo que dicen no está claro
y en ese rompecabezas
queremos ver belleza
o preguntas
y siguen cayendo las bombas
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23. |
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Lo malo del hombre
no es cuando habla,
es cuando se mueve,
incapaz de comprender
“déjalo en paz”,
“no lo toques,
no hay necesidad alguna”.
No puedo evitar pensar
que la persona más humilde
siempre peca de orgullo asesino
a diario frente al plato.
Así que
siempre preparada
para que tras la más sublime línea
aguarde un torero
un violador
un adicto a la muerte.
Quiero pensar,
a diferencia del asesino,
que no soy más
que el arroyo que cruzo,
los bosques que habito.
Luego recuerdo
y me asusto;
puedo ser tantas cosas,
puedo ser un mar tan turbio
puedo ser lo que no se alcanza.
Así que
intentar hablar sin nubes:
una avalancha de palabras
disparadas por el mundo taponan
furiosas de celos la boca.
Quizá sólo ejerzan de guardianas
evitando el salto a la locura,
el vacío.
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24. |
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Cuando entrar a una librería
fue una forma de fuga.
Cuando la utopía es amanecer
como en la infancia.
Desear adentrarse
en la dimensión ovalada que se adivina
tras las curvas de objetos cromados.
Cae el sol como arena y mercurio:
la ropa acusa su edad,
la piel se defiende,
avisa con voz acre
que vuelve el verano.
Sólo tolero el ruido y el sudor
lejos de casa,
lejos de este abismo de perderlo todo.
Sólo asumo este remedo de vida
arrancado del barro violento
cuando la huida es un parpadeo
y su fruto luminoso está asegurado.
El miedo aparece al estar en compañía,
la soledad es la fortaleza perfecta
contra la que embisten, yermas,
olas gigantes.
Han vuelto las abubillas,
las golondrinas,
y con ellas no vino al asfalto
esperanza alguna.
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25. |
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Acaso ya algo más directo
más claro
que una colilla y su incendio
y todo su bosque calcinado;
acaso ya forma más clara
más directa
que resuma la estupidez
suicida y malvada
que somos con baba en los labios.
Quizá deberíamos guardar
lo más sólido de nuestro odio
para el cobarde que calla,
que asume,
que curva el mundo en su genuflexión;
y no tanto para el audaz que abusa
de la tibia recta de las cosas.
Caer en la tentación sigue pesando menos
que caer en la culpa satisfecha del esclavo.
Hay lugares y biografías
en las que el sonido de un motor
es el sonido de un cuchillo.
No la esperanza de un viaje o un servicio;
sino la certeza sola
de una bala cruel y sin metas ni motivos.
En un mundo de tiranía y oscuridad
los leves chispazos, minúsculos relámpagos,
no tienen derecho alguno a hablar
sobre lo inevitable o lo efímero,
me temo.
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26. |
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Dicen que un poeta es valiente
por escribir en metáforas,
por hablar como en sueños,
por no decir nada claro
por muy claras que estén las cosas.
Hablar de valentía refugiados
en el mismo mecanismo cobarde de los golpes.
Vivimos en un mundo de burbujas
cuyas fuerzas centrípetas
de gaviota
son mayores que las del planeta.
En el museo todo el mundo gira a la derecha,
el espacio se hace insufrible, insuficiente,
se sigue cobrando la entrada
y miramos mal al de al lado.
El poeta despierta sin fuerzas,
como quien ha subido y bajado una montaña
sin darse cuenta.
Guarda en la jaula de las encías
la destructiva furia de las palabras
que no llegan a decirse nunca,
que no se atreven a ser agua
para escapar de la boca,
que quedan atrapadas aleteando
entre los dientes.
El poeta queda callado
y hace de ello bandera sin lógica,
como el obrero de derechas
se cree mejor que el resto por tener trabajo,
se cree imprescindible
por producir un nuevo rico
y perder lentamente así su vida.
El poeta se aferra al silencio
pues allí no hay luz acusadora.
A quién le importa el poeta proeteico
en un mundo lleno de buitres,
León Felipe.
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27. |
Élitros en la balanza
00:57
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he empezado a mirarte
a mirarnos
a mirar este planeta nuestro
como quien mira
como vosotros miráis el muslo de pollo en el plato
los mejillones borboteando en vuestra olla
me diréis que solo hay un mundo
y yo os digo que no
que hay billones de mundos
me dirás que cada persona es única
yo te digo que cada animal es único
me dirán que no podemos comparar
que no podemos compararnos a un escarabajo
les diré que todo es comparable
la tortura y la bomba nuclear
y la obsolescencia programada
y el tabaco y los élitros
y que sólo importa el material
con el que se construyen las balanzas...
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28. |
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los que no han dormido
los que han tirado su vida por el retrete de la noche
gateando en alcohol y palabras apenas balbucidas
y menos llenas
esos que aún viven ayer
me miran con el gesto de quien quiere llegar
el primero a la meta
de una carrera que no importa a nadie
me miran agresivos y burlones con desprecio
rumiando cosas inconexas
yo los miro desde el día de mañana
los que no han dormido
apenas recordarán un par de retazos
de una noche idéntica a mil noches
una noche vacía como mil noches
yo de vuelta a casa
he visto amanecer mientras regaba mis árboles
yo miro desde el día de mañana
a los que no han dormido
mientras anoto todo en mi diario de agua
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29. |
Soy un delincuente
01:15
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Soy un delincuente:
he decidido no daros
ni una gota más de mi sudor,
ni querer una sola gota del vuestro;
vivir al margen,
consciente del precio a pagar.
Ser ese vecino
con el que casi nunca hablas
pero nunca da por culo.
Hago sin cobrar y con ganas
lo que otros hacen cobrando y sin deseo;
ese es el orden de las cosas en un mundo
donde las cosas sirven al desorden de unos pocos.
He confundido los teclados de la tipografía
con los huecos de las notas musicales
que el viento susurra.
Ya no soy capaz de distinguir
si en mis manos se escribe una historia
o se bosqueja una línea rota de melodía,
o si apenas estoy quieto en la orilla del arroyo
escuchando un rumor torcido de chopos.
Puedes llamarme clasista,
pues odio y desprecio a toda la clase humana
que reniega de su clase.
Soy un delincuente:
qué fácil es cometer un delito
cuando el delito es pertenecer a esto.
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30. |
Efebifobia
01:33
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El mundo está lleno de hijosdeputa
y vaciado de excepciones.
Todos los jóvenes,
todos los adolescentes
son figurantes de anuncio
para la banca on line.
No los soporto, me agostan
por ser un contrato incumplido
y el cumplimiento
del abismo preconizado.
Por que son promesa de un fracaso
y carne de cañón presente y futura.
Es imposible la eterna juventud
porque el tiempo nunca para
porque el tiempo nunca vuelve atrás
y solo existe la sola idea de lo que brota
y todo hastío se acaba reflejando
en el cuerpo más joven
que repite las consignas más vetustas;
con mucho ruido y furia, eso sí.
Todas esas ventanas tan numerosas
tan transparentes
en esos edificios tan altos tan imponentes
son solo ataúdes
abiertos que exponen a las miradas
que esperan
lo que pudo ser y lo que sólo fue.
En toda guerra fría
siempre gana el bando
que ofrece la posibilidad de comprar
la tele de plasma más grande.
La posibilidad pesa más que lo palpable.
El mundo está lleno de hijosdeputero
y vaciado de excepciones.
Nuevas hornadas sustituyen
a la generación precedente de tontos útiles.
Morimos de hambre con pauta impecable
repetida sin visos de cambio en el horizonte.
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31. |
Cumpleaños de 2022
00:42
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hoy me acerco al medio siglo
lo rozo
hoy tengo el mejor regalo
que se ofrece a las personas
por envejecer
porque hoy es lunes
realmente un lunes cualquiera
un lunes en el que
como cualquier lunes
de mi vida
en estos últimos años
no vendo mi fuerza de trabajo
me despierto para ver amanecer
trepo montañas
riego
paseo leyendo poesía
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32. |
Síndrome de Diógenes
01:11
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Sí soy consciente, sé que intento escapar
de las preguntas, los problemas,
qué hacer con el dinero se tenga o no,
los padres que ya se apagan,
los caminos devorados por la maleza
de los mismos oligarcas miserables de siempre.
Sí entiendo y reconozco que intento la huida
acumulando en casa torres de poesía
de segunda mano, subterránea,
construyendo con páginas atalayas y puentes,
acueductos de versos demasiado ligeros
para otras bibliotecas, olvidados incluso.
Arquitectura de sintaxis e imágenes hondas
trepándose entre sí por esquinas, mesas y estantes,
escoltando el trono mas íntimo en el baño.
Una ciudad de libros de ocasión,
de libros que fueron gangas antes que amnesia,
se extiende por el pasillo y el escritorio.
Esta urbe habrá de albergar nuevas preguntas
de las que seguir escapando
en un círculo absurdo, con grietas, tan bello.
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33. |
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Compro y vendo poesía al peso,
por centímetros cúbicos,
por el ratio de blanco y mancha
acotada de sangrías,
que me quepa en cualquier bolsillo.
Soy pobre en las librerías, lugares
frente a los que desayuno queriendo.
La segunda y cuarta mano,
las aceras sucias del Rastro,
los tesoros escondidos en pueblos de Castilla:
huesos de este cuerpo de poesía
que levanta paredes en mi casa.
No compro nada nuevo bajo el sol.
Cómo no me va a parecer caro
un libro de mil palabras por quince euros,
si todavía pienso que mil pelas es demasiado,
porque, qué ostias ya,
antes todo esto era campo
y con veinte duros te comprabas
una bolsa de patatas, chicles para todo el día
y un sobre de montaplex con un módulo lunar.
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34. |
Sólo he hecho turismo
01:10
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No llevo reloj desde hace décadas
y el tiempo en tanto no ha corrido,
no se hizo eterno.
Quizá el tiempo ni circule,
sea tan sólo una suerte de invasión
que fluye y todo lo ocupa.
No me he equivocado en la senda:
sólo he hecho turismo,
recorrido otros valles y gentes,
aumentado mi diario.
He llegado aquí de manera oblicua.
Cuando se envejece negando
lo que se ha sido,
en la vergüenza de lo que se hizo,
no quedan recuerdos,
sólo preguntas y puertas
ajadas y abiertas
colgando de goznes torcidos.
La necesidad de descansar
algún día será mayor
que la de esto de asaltar
imbatibles baluartes de miedos.
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35. |
Robarse de vivir
01:32
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Robarse de vivir,
arrojarse al espejo de los charcos
en la desesperación de saber
cómo rozar la luna tan alta,
tan imposible,
buscando unirse a su reflejo
aquí abajo para siempre.
Ser humano es ser algo estúpido:
escribir un poema pero
asesinar a alguien;
rezarle a un Dios que no existe;
decirse lleno de vida pero
degollarse a plazos, concretamente
en ciento cincuenta y seis mil
doscientos cuarenta y siete plazos,
en ciento cincuenta y seis mil
doscientos cuarenta y siete cigarrillos;
y cuando esputas alquitrán con sangre
volver a creer entonces
en el Dios que mataste.
Ser humano es ser algo estúpido:
y por eso la pérdida que desemboca
en el golpear de un cuerpo ajeno
es algo matemáticamente inevitable
en ciertas voces y museos.
Será eso condenarse, supongo.
La carretera es un río lento de ataúdes
discurriendo ya por una muerte
que llega tranquila, calma,
sin padre.
Robarse de vivir
por no asumir, cobardes,
que nos han robado la vida
y que hemos sido cómplices del delito.
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36. |
El finde
01:30
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Os prefiero los lunes por la mañana,
callados y tristes en el autobús,
porque volvisteis a demostrar
la noche del viernes, del sábado,
que ese gris es lo que os merecéis.
Os prefiero con esa pena y mi tranquilidad.
Estáis mejor y más cerca de vosotros mismos
el lunes por la mañana doblegados,
y totalmente fuera de todo al llegar el viernes,
tirando a bestias, queriendo ser callejones sin salida
y dispuestos a llegar a las manos para conseguirlo.
¿Puede haber una vida más torpe
que la de quien acelera un coche potente
de tercera mano
por las calles del barrio en ruinas
cuando cae la noche al final de la semana?
El nivel de fracasos en el camino
medido en iras innecesarias,
atrincheradas en un piso de cartón
a pagar con una espalda rota,
su incoherencia mitigada en alcohol y grito
en el mismo bar todos los sábados.
Cuanto más descendemos en la escala,
en el aluvión de fango de cada fin de semana,
cerramos más el precio de esto que somos
en un mundo que sólo sería apertura.
La cara es el espejo del alma
y los libros en pasillos y paredes
son las curvas de una vida;
la recta todo un vacío sin cambios;
el fin de semana de ruido y baba
el premio a la carne de cañón.
No os quiero cerca como óxido,
corrosión, salitre hambriento, cada sábado;
os prefiero como piezas, grasientas y girando,
rótulas de un tractor que algún día sembrará
los campos -como se debe- bajo el cielo.
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37. |
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Insistir en caminar por las calles de siempre
como si fueran las de siempre
(y que no tienen un quizás futuro)
por miedo a no pisarlas nunca más.
Esperar con ello detener calendarios
y satélites corporativos,
drones de combate baratos y efectivos,
eugenesias y maremotos
y este regresar al reptil.
Caminar por estas calles para escapar de ellas,
volverlas otras o consolarse
en sus esquinas meadas y sus carteles
empapados de noviembre,
intentando localizar el epicentro
donde este todo comenzó a ajarse.
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38. |
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Claro que la poesía existe y nos rodea
y hasta puede que sea bella
como una cuchillada
ejecutada limpiamente con arte marcial.
Vivir poéticamente incluye al tanque
que aplasta cuerpos.
El verso y la guitarra
no son nuestros amigos
sino un riesgo terrible.
Ya no fabricar paisajes,
solo posarlos en papel.
La ausencia de teoría y cimiento
no impide que vuelva a salir el sol
con su todo.
La poesía existe como existe una bala.
Sin un hacer, sin un negarse a hacer,
la palabra es bella e inútil, quizá veneno.
Lo perenne de la palabra es el fantasma
al que nos aferramos para evitar los silencios.
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David San Martín Madrid, Spain
Pongo bases a cosas que escribo y que a lo mejor son poesías. Lo hago a toda leche y sin cuidado, porque mi poesía (?) es
punk.
Le robo ideas a Natalia y su mala uva.
Tiro de soundtrap y looplabs.
En mi ansia por pasar a otra cosa no corrijo lo suficiente.
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